¿A quién vienes a buscar?

¿A la misma que te ha perdonado tantas veces?
Ya no está…

La mataste, pero no la heriste.
Digamos que acabaste la confianza y poco a poco se va acabando el cariño.

¿Qué me vas a decir?
¿Qué ya cambiaste?
¿Qué ahora será diferente?
No seas patético, eres un poco más inteligente, así que, inventa algo nuevo.

¿Estoy siendo muy dura?
Ay, mi amor, ni siquiera has bailado con mi parte más mala.

Y no creas que quiero vengarme. Simplemente entendí que te quedó grande el puesto en el que te puse dentro de mí. No tuviste el tamaño suficiente para este amor tan grande.

¿ Por qué lloras?
Supongo que no lo hacías mientras me engañabas.
¿Ahora la mala soy yo?
¿Solo porque te digo la verdad en la cara?
Yo te amaba, eso no cambia, un día me enamoré de tu forma de ver la vida, de tu mente, pero escupiste encima de todo.

¿Quieres que te perdone?
Espera un momento, primero debo perdonarme yo por haberte elegido.

A mi no me busques más.
Ya ni me interesa saber lo qué pasa con tu vida.
Me da igual.
Me das lástima, porque tú no sabes lo que perdiste, yo sí lo sé, porque elegía entregarme a ti de esa manera.

No espero que sufras, pero desde que miras todos mis estados y me escribes estás deduciendo que todo lo que hacía para ti lo estoy haciendo con alguien. ¿Y sabes algo? Pues…

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